Un nuevo rostro se suma a la lista de los criminales más perseguidos en Perú. Su identidad sigue sin revelarse públicamente, pero en los registros de la Policía Nacional figuraría como alias ‘El Italiano’, sindicado como el hombre que disparó contra el autobús de la reconocida orquesta de cumbia Armonía 10, en un ataque que acabó con la vida del vocalista Paul Flores García, de 39 años, la madrugada del 16 de marzo de este año.
Las investigaciones apuntan a que el sujeto huyó del país pocos días después, usando la frontera sur para trasladarse hacia Chile, donde ahora estaría oculto.
La hipótesis de su fuga cobró fuerza tras la captura de varios de sus presuntos cómplices. Uno de ellos, Mariano Altamirano, alias ‘Marianito’, confesó haber participado en el operativo delictivo que terminó con el asesinato de Flores, conocido en el medio artístico como Russo.
En su declaración ante los fiscales, Marianito indicó que El Italiano viajaba con él en un automóvil que interceptó al bus del grupo musical cuando se dirigía a una presentación en el distrito de Ate, al este de la capital peruana.
Durante el ataque, el vocalista se encontraba descansando en uno de los asientos traseros del vehículo, sin posibilidad de reaccionar. Recibió dos impactos de bala que le provocaron heridas fatales, una de ellas en el pulmón. Pese a recibir atención médica, su cuerpo no resistió.
Un testimonio clave
El testimonio de ‘Marianito’ fue clave para reconstruir la secuencia de hechos. Afirmó que el automóvil desde el cual se efectuaron los disparos era un Toyota Yaris negro, en el que también viajaban otros dos sujetos identificados como Jorge Reyes Miranda y Berly Apaza Saldívar. La Policía logró detenerlos en una operación desarrollada días después del crimen.
Por las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas cerca de la estación San Carlos del Metro de Lima, a escasos metros de donde ocurrió el ataque el bus, se determinó que en el asiento del copiloto iba ‘Marianito’, mientras que ‘El Italiano’ iba en la parte trasera, armado. Aunque este último no fue captado directamente, las autoridades sospechan con firmeza que sí estuvo presente el día del ataque.
Las autoridades creen que el presunto autor de los disparos cruzó la frontera hacia Chile en las primeras 72 horas posteriores al crimen, aprovechando los corredores clandestinos usados con frecuencia por redes delictivas.
Las imágenes y la información proporcionada por los detenidos permitieron también identificar a un segundo vehículo involucrado: una motocicleta que habría escoltado al automóvil en el momento del ataque. Este era conducido, según las investigaciones, por Angelo Velásquez Moreno, alias ‘Narizón’, detenido recientemente en el distrito de Carabayllo. La policía afirma que la sincronización entre ambos vehículos demuestra una planificación previa del atentado.
‘Los Injertos del Cono Norte’
Los seis implicados capturados hasta ahora están relacionados con ‘Los Injertos del Cono Norte’, una banda delictiva que opera en los sectores más densamente poblados de Lima, especialmente en Comas, Los Olivos, San Martín de Porres y Carabayllo.
Aunque no se ha confirmado que ‘El Italiano’ forme parte estructural de esta organización, las autoridades indican que colaboró directamente con sus miembros para ejecutar el ataque. Esa conexión se traduce en una posible relación de subordinación al cabecilla de la red, Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’.
Este último, prófugo desde hace años, es señalado por la Policía Nacional del Perú como el jefe máximo de ‘Los Injertos del Cono Norte’. Bajo su mando, la organización habría desarrollado una red de extorsión y secuestro que abarca desde negocios familiares hasta empresas de transporte y agrupaciones artísticas.
Según cifras policiales, los pagos exigidos a orquestas como Armonía 10 superaban los 50 mil soles (más de 13 millones de pesos chilenos) por concepto de “inscripción”, con cuotas mensuales adicionales que garantizaban su seguridad.
Los mensajes intimidatorios a la orquesta comenzaron meses antes del asesinato. En diciembre de 2024, el grupo denunció haber recibido amenazas vía WhatsApp con advertencias explícitas sobre posibles represalias. Poco después, su vehículo fue tiroteado en el Callao. En aquella ocasión no se reportaron heridos, pero la amenaza fue clara: si no accedían a pagar, habría consecuencias.
Militares a las calles
Tras el asesinato de Paul Flores, la fiscalía especializada en crimen organizado abrió una investigación formal por homicidio calificado y asociación ilícita. La repercusión del caso provocó una fuerte presión pública que desembocó en el anuncio del estado de emergencia en Lima y Callao por parte del Ejecutivo, con presencia militar en apoyo a la Policía.
El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, calificó el hecho como un “ataque cobarde contra el arte y la ciudadanía” y anunció reformas al sistema penitenciario y operativos especiales contra el crimen.
Mientras las autoridades fortalecían su presencia en las calles, la búsqueda de ‘El Italiano’ se transformó en una operación transfronteriza. Investigadores peruanos estarían planeando pedir colaboración a sus pares en Chile para rastrear posibles movimientos del presunto sicario.
Cabe mencionar que, hasta ahora, no se ha difundido ningún registro oficial de ingreso por parte del mencionado prófugo.
#JusticiaParaRusso
La orquesta Armonía 10, una de las más emblemáticas de Perú, suspendió temporalmente sus presentaciones tras el asesinato. A través de un comunicado, sus integrantes exigieron justicia y medidas reales para frenar la violencia contra los artistas. En redes sociales, el hashtag #JusticiaParaRusso se volvió tendencia durante varios días.
La sociedad musical no fue la única en reaccionar. Organismos vinculados al sector de espectáculos, como ARENA (Asociación de Representantes del Entretenimiento y Afines), denunciaron que decenas de agrupaciones han recibido amenazas similares y que muchas optan por cancelar giras ante el temor de represalias.
En paralelo, algunos alcaldes y líderes locales expresaron su escepticismo frente a las medidas adoptadas por el Ejecutivo, calificándolas como insuficientes para contener una estructura criminal en expansión.
Las detenciones efectuadas hasta la fecha no han logrado desmantelar el núcleo de Los Injertos del Cono Norte, que según reportes policiales cuenta con células independientes que operan de forma autónoma.
La captura de El Italiano es considerada clave para esclarecer por completo el asesinato de Paul Flores y, posiblemente, para abrir nuevas líneas investigativas que conduzcan a los líderes de la organización.
‘El Monstruo’, quien —según el gobierno— ya se fugó del Perú, es otra pieza clave de este entramado criminal que falta capturar. Trascendieron dos posibles destinos en los que estaría escondido: Bolivia y Brasil. Por información que dé con su captura se ofrece 500 mil soles (casi 132 millones de pesos chilenos).
Pese a los avances, el paradero del presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de Paul Flores continúa siendo un misterio, así como su identidad. Las autoridades peruanas mantienen activa la investigación.
Por ahora, la búsqueda se centraría en Chile, país donde se presume que El Italiano encontró refugio luego de ejecutar el crimen que sacudió al mundo artístico peruano. Aunque tampoco se descarta que tierras chilenas solo hayan sido una parada para llegar a otro destino en la región.