Señor Director:
La reciente y violenta agresión a un conserje de 70 años en la comunidad de Vitacura, región Metropolitana, hecho que ha generado justa indignación hacia el agresor y evidencia una preocupante fragilidad en las relaciones dentro de algunos espacios residenciales. Estos episodios, que vulneran la dignidad de los trabajadores y afectan la confianza vecinal, deben ser categóricamente repudiados.
Además de constituir una grave falta ética, este tipo de hechos podría ser considerado una infracción a la Ley Karin, que protege a los trabajadores frente al acoso, maltrato y violencia en el ámbito laboral, incluyendo espacios como edificios residenciales donde la relación entre empleadores y trabajadores no siempre está visibilizada con claridad.
En este contexto, es clave fortalecer las herramientas de gestión en edificios y condominios. La comunicación fluida entre residentes y administración, el registro claro de situaciones sensibles y el cumplimiento riguroso de normas internas que permitan prevenir conflictos, dar respaldo a los equipos y promover una convivencia basada en el respeto mutuo.
Hoy, existen soluciones que facilitan el orden de los procesos, como también, generar trazabilidad y aportar mayor transparencia al día a día de las comunidades. Que estos hechos no se repitan depende, en parte, de que seamos capaces de construir una cultura organizacional que cuide a quienes habitan y trabajan en estos espacios.
Diego Hernández
Gerente General Edifito.com