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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Tras el ataque de Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán, los mercados no muestran un rumbo claro: los futuros de Wall Street presentan variaciones mínimas, con el petróleo WTI subiendo a US,25. Con todo, el dólar sube en Chile por la incertidumbre global. Más de 125 aeronaves participaron en el ataque, destruyendo instalaciones nucleares iraníes, aunque aún se desconoce el daño real. Por otro lado, los temores apuntan a un posible cierre del estrecho de Ormuz, que golpearía los precios del petróleo.

Tras concretarse el ataque de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán durante el sábado, las operaciones antes de la apertura muestran una posible mesura de los mercados, sin anotar grandes variaciones ni marcar un rumbo claro.

Los futuros de Wall Street lo demuestran: según MarketWatch, los futuros del Dow Jones bajan 0,03%; en el caso del S&P 500 sube 0,05% y el Nasdaq sube 0,11% a las 7:37 CDT.

El petróleo WTI para entrega en un mes subió 0,56% a las 8:13 EDT hasta los US$74,25. Con todo, cabe destacar que antes de que iniciaran los ataques de Israel a Irán, los precios del crudo en Nueva York estaban a US$68,04, tras cerrar a US$60,79 a fin de mayo.

Los valores futuros del petróleo Brent suben 0,15% a US$75,60 según Investing.

A nivel local, el dólar abrió con signos al alza, ganando $6,70 a las 08:44 hasta los $948,20, según la Bolsa Electrónica de Chile.

El jefe de análisis de XTB Latam, Ignacio Mieres, dijo que las nuevas tensiones geopolíticas elevaron “la incertidumbre global y llevó a los inversionistas a buscar refugio en activos seguros, entre ellos el dólar estadounidense, que se fortaleció frente a las principales divisas. Las monedas emergentes, como el peso chileno, se vieron especialmente afectadas”.

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Mientras el mundo miraba cómo EEUU trasladaba bombarderos B-2 hacia el Pacífico, por el otro lado se movilizaba el material bélico para bombardear instalaciones clave para la infraestructura nuclear de Irán.

Más de 125 aeronaves participaron de la intervención, utilizando más de 75 bombas para impactar Fordó y Nataz, mientras que submarinos lanzaron misiles Tomahawk contra Isfahán.

“Esta noche, puedo informar al mundo que los ataques fueron un éxito militar espectacular. Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán han sido total y completamente destruidas”, dijo Donald Trump en la Casa Blanca tras el ataque.

A pesar de los dichos del mandatario, todavía se está buscando conocer el efectivo nivel de daño que sufrieron las instalaciones subterráneas. Incluso, se baraja la posibilidad que parte del material nuclear iraní fuera trasladado previamente a otros lugares.

En el contexto económico, los temores por los enfrentamientos entre Israel e Irán, donde ahora se suma EEUU, apuntan al estratégico estrecho de Ormuz, donde transita el 20% del petróleo global.

Se sabe que el régimen del ayatolá Jamenei tiene la capacidad para intervenir en el estrecho y de cierta forma, implementar un bloqueo naval, que podría servir como forma de presión a EEUU e Israel, debido a la consecuente alza en los precios del crudo.