El Parlamento de Bolivia está inmerso en una polémica por la aprobación de un contrato de explotación de litio con la firma china CBC, en medio de denuncias de supuestas irregularidades por parte de la oposición y del sector oficialista leal al expresidente Evo Morales, por lo que la sesión fue pospuesta sin fecha ni hora debido a que incluso hubo gritos y la formación de “un cordón humano”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Omar Yujra, dictó esta madrugada, después de casi 14 horas de acalorada discusión, un “cuarto intermedio sin fecha ni hora”, tras valorar que la sesión no tenía las “garantías” para continuar.
La diputada de la fuerza opositora Comunidad Ciudadana (CC) Lisa Claros explicó que hubo la petición de 30 legisladores para que el contrato no se discuta debido a que “está en consulta ante el Tribunal Constitucional” y hay la susceptibilidad de que el oficialismo “dé por hecho” que la Justicia fallará a su favor.
A finales de mayo, un juez dispuso detener el tratamiento en el Legislativo de los contratos con la empresa rusa Uranium One Group y con la china CBC para la explotación del litio, a raíz de un recurso presentado por unas 53 comunidades indígenas afectadas por el proyecto, pero unos días después la orden fue revocada por una nueva decisión judicial.
La sesión parlamentaria que debía tratar el contrato con CBC en sus estaciones en grande y en detalle tropezó cuando los legisladores debían definir la forma de votación para la aprobación o rechazo del contrato.
El debate
El bloque del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) leal al presidente Luis Arce, que controla la Presidencia de la Cámara de Diputados, dispuso una votación por escrutinio o secreta, mientras que la facción fiel al expresidente Evo Morales y las fuerzas opositoras CC y Creemos exigieron una votación nominal o pública.
Legisladores opositores lanzaron agua y basura a la directiva parlamentaria y al ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, presente en la sesión para explicar el alcance del contrato, ante lo cual sus asistentes abrieron unas sombrillas para protegerlos.
Algunos diputados opositores tumbaron las casetas de votación y se sentaron sobre ellas para insistir en que la votación sea nominal, mientras que un grupo de oficialistas hizo un cordón humano para evitar que se tome la testera del hemiciclo.
El diputado Héctor Arce, del bloque oficialista afín a Morales (2006-2019), dijo a los medios que el contrato es “inconstitucional y antipatria” y que regala el litio del país a empresas extranjeras.
Cuando se postergó la sesión, los diputados leales a Morales permanecieron en vigilia en el hemiciclo para evitar que la sesión sea instalada por sorpresa.
“Queremos decirle a Luis Arce: el litio es de Bolivia y no de tu familia”, aseguraron estos legisladores, aludiendo a una denuncia que hicieron a finales de 2023, en la que acusan a uno de los hijos del presidente Arce de supuestamente encargarse de las negociaciones de los proyectos del litio por disposición del mandatario.
Otro aspecto que entorpeció la sesión legislativa fue que, según la oposición, no se permitió el ingreso de los representantes de las organizaciones cívicas e indígenas que cuestionan el contrato y la ejecución del proyecto.
Litio en Bolivia
El Gobierno asegura que Bolivia posee una de las mayores reservas de litio del mundo, estimadas en unos 23 millones de toneladas, según un estudio estatal.
La mayor parte de estas reservas están en el salar de Uyuni, en la región andina de Potosí, que tiene una extensión de 10.000 kilómetros cuadrados.
Luis Arce, que concluye su gestión a principios de noviembre, presentó la industrialización del litio como una de las principales apuestas de su Administración.
Cinco organizaciones civiles advirtieron el miércoles que el Ejecutivo “pretende forzar” la aprobación de los contratos del litio y consideraron que esta decisión no corresponde porque quedan cuatro meses para que termine su gestión.