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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En Argentina, medios informaron sobre Juan Carlos Leiva, un hombre en situación de calle que murió de frío en Mendoza al negarse a dejar a su perro, 'Sultán'. Encontrado el 4 de junio en el centro de la ciudad, rechazó refugio para indigentes por no abandonar a su fiel compañero. Diagnosticado con neumonía y problemas cardíacos, falleció pocos días después. Vecina se hizo cargo de 'Sultán', criticando a albergues que no permiten mascotas. El perro fue adoptado por una familia local.

Medios en Argentina dieron cuenta de la historia de Juan Carlos Leiva, hombre en situación de calle que murió de frío tras negarse a abandonar a su perro, quien lo acompañaba a diario en su peregrinar por Mendoza.

De acuerdo a TN, el deceso de Leiva fue el pasado 4 de junio, cuando había sido hallado en las afueras de un edificio en el centro de la ciudad, donde pernoctaba frecuentemente.

Vecinos del lugar sostuvieron que el aludido, previamente, se había negado a ir a un refugio para indigentes, debido a que no quería dejar a ‘Sultán’ abandonado.

Según una vecina del lugar, María del Carmen Navarro, un día a finales de mayo Leiva fue hallado casi inconsciente, por lo que fue derivado hasta un hospital. Desde ese momento ella se hizo cargo del animal.

El hombre fue diagnosticado con neumonía y un problema cardíaco, por lo que falleció a los pocos días.

El perro 'Sultán'
Capturas

Historia de Juan Carlos Leiva

“Yo le decía que fuera al hospital, que yo me quedaba con el perro, pero no quería dejarlo solo. Me decía balbuceando que cómo iba a hacer para buscarlo después. Él lo único que quería era cuidar al perro”, indicó al citado medio.

“En los últimos días estaba agitado, no respiraba bien, tenía los ojos llenos de lagañas, no podía sentarse solo”, agregó.

En este sentido, Navarro también expuso una crítica hacia los centros de albergues de esa ciudad, asegurando que: “No lo dejaban entrar con el perro y cuando lo hicieron, lo golpearon. A veces venía con moretones”.

Lo cierto es que la mujer confirmó que, hace algunos días, Sultán fue adoptado por una familia que vivía cerca del edificio donde solía dormir Juan Carlos Leiva.

“Juan no tenía nada, pero tenía un amigo y tenía valores. Dio la vida por su perro”, concluyó.