A casi dos años de que estallara el polémico caso que involucró al Frente Amplio, el senador asegura que son "varias lecciones" aprendidas. En esa línea, sostiene ningún partido está exento de que alguno de sus militantes entren en dinámicas de corrupción. La carrera presidencial también es un tema, de hecho, ante la preferencia en encuestas por candidatos de derecha, el parlamentario evalúa que podría estar relacionado con un malestar y desaprobación al gobierno del presidente Gabriel Boric. Ante el cruce entre las candidatas Jeannette Jara (PC) y Carolina Tohá (PPD), el oficialista pide cuidar el tono y la unidad.
Desde el oficialismo, en conversación con BioBioChile, el senador Juan Ignacio Latorre (FA) se toma un tiempo para abordar la contingencia política. Sus reflexiones a raíz del involucramiento del Frente Amplio en el caso Convenios, las elecciones presidenciales y los principales anuncios en la Cuenta Pública 2025 son parte de la conversación.
Al inicio, cuando estalló el caso Democracia Viva, cuenta que “le creía” a la desaforada diputada Catalina Pérez (exFA). Esto, a raíz de la relación de confianza política entre ambos, algo que más tarde -con más antecedentes- cambió. “Nos mintieron y nos ocultaron información”, dice.
Igualmente, el expresidente del extinto partido Revolución Democrática se refiere a la carrera por la Presidencia y la ventaja de figuras de derecha en las encuestas. En ese sentido, Latorre plantea que dichas candidaturas pueden estar en la línea de capitalizar cierto malestar y desaprobación a la administración Boric. Aun así, advierte que los sondeos son “fotografías de un estado de ánimo” y que la realidad se verá en las urnas.
El cruce entre la candidata Jeannette Jara (PC) y Carolina Tohá (PPD), previo a la primaria, no le es indiferente. Según comenta, las críticas cruzadas son legítimas, pero pone énfasis en que se debe cuidar el tono y la unidad.
Por último, en cuanto a la controversia que se genera respecto a Israel, el parlamentario marca distancia de la mayoría de su sector y asegura ser “más prudente” al no estar por romper relaciones de inmediato. Según dice, las decisiones se deben tomar paso a paso.
Cuenta Pública: relación con Israel y cambio en Punta Peuco
—Como integrante de la comisión de Relaciones Exteriores, ¿cuál es su opinión del anuncio del presidente Gabriel Boric sobre impulsar con urgencia una ley para prohibir la importación de productos desde territorios ocupados por Israel?
Yo valoro esos anuncios en la Cuenta Pública. Recordemos que es el Presidente de la República el que dirige la política exterior del país, que es una política de Estado. Chile viene condenando los actos criminales del gobierno de (Benjamín) Netanyahu en la Corte Penal Internacional y de hecho él está siendo perseguido con orden de arresto y eso por acciones que Chile ha impulsado junto a otros países.
Por otra parte, esto ha sido muy transversal, tenemos senadores y diputados —desde la UDI al Partido Comunista— que hemos denunciado este genocidio que ocurre en Gaza y en eso es importante hacer la distinción con el pueblo de Israel, a propósito de estas críticas que hacen de antisemitismo (…) entonces, me parece bien las medidas que toma. En el concepto internacional, hay alianzas con países como España que incluso tomaron decisiones más drásticas antes, como el embargo militar; entonces este proyecto que el gobierno patrocina y le pone urgencia, es un proyecto presentado transversalmente e insisto, por parlamentarios que van desde la UDI al Partido Comunista y que vienen pidiendo esto hace tiempo. Me parece bien las medidas que toma el presidente Boric.
—El Presiente dijo que instruyó al Ministerio de Defensa para que presente un plan de diversificación de nuestras relaciones comerciales en materia de defensa, que nos permita dejar de depender de la industria israelí en toda área. ¿Cómo se concreta? ¿Con qué otros países se podría conversar?
Eso es algo que está en manos del Ministerio de Defensa. La ministra de Defensa (Adriana Delpiano) efectivamente ha planteado que al tomar esta decisión ya hay un diseño previo de evaluar distintas opciones y me parece que es algo bueno para la soberanía de Chile en términos de no depender solo de un país. Yo no soy especialista en las áreas de defensa, lo hablaba el otro día con la ministra, obviamente acá se requiere y probablemente exista pronto alguna reunión conjunta entre Cancillería, Defensa, las comisiones de Relaciones Internacionales y Defensa (…) acá también hay materias que son reservadas, que son estratégicas para el país y por tanto no es algo que hay que estar discutiendo en los detalles con la prensa, porque son cuestiones sensibles, delicadas y que tienen que ver con la soberanía y la seguridad del país. Pero efectivamente, me parece bien la política de estudiar y explorar distintas alternativas para no depender solo de un país como Israel y más cuando hay problemas con el gobierno de Netanyahu, que es distinto del pueblo israelí.
—Estados Unidos estaría considerando imponer diferentes sanciones y, en la misma línea, el embajador de Israel, Gil Artzyeli, advirtió que lo anunciado perjudicará únicamente a Chile. ¿Cómo se enfrentan estas medidas? ¿Cree que solo nuestro país sería el perjudicado?
Yo espero que no, ya el gobierno de (Donald) Trump está generando muchos problemas en el mundo con su guerra comercial, los aranceles y distintas decisiones que son muy arbitrarias y que generan incertidumbre. Ya hay problemas ahí, pero también Chile tiene una relación —con Estados Unidos— de hace mucho tiempo y tiene acuerdos en distintas materias. Tiene una buena relación con Estados Unidos, distinguiendo nuevamente la relación entre estados, que se ha ido cultivando por años, versus el que pueda haber una diferencia profunda con el gobierno de Trump. Y en ese sentido, esta llamada que ocurrió hace unos días de Marco Rubio supuestamente al presidente Boric, me parece que esto exige respeto y reciprocidad mutua. Es decir, los cancilleres tienen que hablar con los cancilleres, con sus pares, y los presidentes hablan con los presidentes. Entonces, me parece bien que se haya derivado esta conversación a Cancillería. Él (canciller) ha explicado que por ahora no se ha tomado ninguna decisión, son puras especulaciones. Probablemente hay alguna presión política de lo que expresa el embajador de Israel. Sabemos los vínculos que hay entre Israel y Estados Unidos, los intereses, hay actores muy poderosos que probablemente quieran incidir en perjudicar a Chile como una manera de represalia o de contrarrestar las decisiones que está tomando el gobierno de Boric, pero me parece que acá la relación con Estados Unidos es una buena relación, insisto, entre estados, y no debería haber más consecuencias negativas aparte de las que ya el propio gobierno de Trump ha ido impulsando de manera unilateral en materia comercial.
—¿Iría más allá? ¿Avanzaría hacia la suspensión de las relaciones, en su totalidad, con Israel?
Hay quienes plantean en mi sector político, en la izquierda, que hay que romper relaciones con Israel. Yo soy más prudente en ese sentido y digo hay que ir tomando decisiones paso a paso. Me parece que las decisiones que ya anunció el Presidente han ido más allá, al principio eran declaraciones.
Recordemos que cuando existe el atentado terrorista de Hamás el 7 de octubre, nosotros -como país- salimos a condenar aquello y después, cuando vino la desproporcionada respuesta del gobierno de Netanyahu, también salimos a condenar y lo hicimos en los foros internacionales. Acá se han ido tomando una serie de decisiones que van más allá de las declaraciones.
Me parece prudente lo que se ha hecho y por ahora me quedaría ahí, no seguiría profundizando. Lo que sí creo que es importante es seguir profundizando en la articulación internacional, y en eso creo que el presidente Boric ha dejado a Chile en un buen nivel de prestigio internacional en materia de Derechos Humanos, de credibilidad, de consistencia y esa articulación con la comunidad internacional para buscar -por todas las vías- el cese al fuego, la ayuda humanitaria, la liberación de rehenes, el que este genocidio termine, me parece que en eso Chile tiene que tener un rol activo como lo ha tenido, pero seguir profundizando ese liderazgo y ese protagonismo con la comunidad internacional (…) en esto, creo que incluso también el Vaticano puede jugar un rol importante, el nuevo Papa -al ser norteamericano y peruano- puede jugar un rol importante como mediación junto con la comunidad internacional.
—Otro de los anuncios destacados de la Cuenta Pública es el cambio de la cárcel Punta Peuco a un centro penitenciario común. ¿Cuál cree que es el impacto de esa medida?
Yo creo que este anuncio hay que ponerlo en un contexto mayor. El anuncio más completo es que, lo dijo el presidente Boric, hay un plan a cinco años de aumentar en 15 mil nuevas plazas el sistema carcelario chileno, dada la sobrepoblación, la crisis que hay de seguridad y de hacinamiento en las cárceles. Y en ese sentido, lo de Punta Peuco, junto con ser una medida en sí misma de derechos humanos que yo valoro, el terminar con los privilegios de los criminales de lesa humanidad, que eso se dio en un contexto de transición a la democracia y que hasta el día de hoy ha costado mucho cambiar; bueno, el decreto ya está, la decisión y la reformulación de Punta Peuco para que pase a ser un centro penal común (…) y en ese sentido, el plan concreto lo tendrá que anunciar el ministro de Justicia en términos de cuántas plazas extras va a aportar Punta Peuco, pero no es que Punta Peuco va a resolver todo el problema, sino que va a contribuir a este plan de 15 mil nuevas plazas. Esto implica construcción de nuevas cárceles, algunas que ya están en proceso (…) pero también la infraestructura carcelaria, algunas que son muy antiguas.
Caso ProCultura y acusación de “espionaje con fines políticos”
—Usted se descolgó de la declaración del Frente Amplio en que acusaron un espionaje con fines políticos por parte del fiscal Patricio Cooper. A la luz de lo ocurrido ahora, en que la Suprema confirmó el fallo que declaró ilegal el “pinchazo” a Josefina Huneeus (en la que incluía una conversación con el Presidente Boric), ¿tiene validez la tesis del Frente Amplio? ¿Es más creíble?
Solo precisar que yo lo que dije, a la luz de esa declaración de la directiva del Frente Amplio, es que si me hacían elegir entre la declaración de la directiva y la que hizo el Presidente de la República, unas pocas horas después, yo me quedaba con la del Presidente de la República en términos de que acá lo que hay que poner en el centro es la persecución penal de quienes cometen delitos cuando hay recursos públicos involucrados, cuando hay sospecha de delitos de corrupción (…) secundariamente, de manera accesoria, yo lo que espero es que las instituciones de la República, y en este caso una institución autónoma como es la Fiscalía, obviamente haga sus investigaciones en el marco del Estado de Derecho, respetando las reglas del juego, del Código Penal y en ese sentido obviamente que me preocupa la alerta que levanta el Frente Amplio al decir “acá puede haber escuchas que son ilegales, se están vulnerando derechos, se está yendo más allá del Estado de Derecho” y eso es una alerta que hay que tener cuidado. De hecho es una declaración política, no es ninguna acción. Lo relevante es que sean las instituciones las que fiscalicen la propia acción del Estado.
Y en eso no fue el Frente Amplio, fue Josefina Huneeus quien -con sus abogados- presentó un recurso y la Corte de Apelaciones primero dijo esto es ilegal y después fue la Suprema y reafirmó (…) además la decisión del fiscal nacional que, dentro de sus atribuciones, decide remover al fiscal (Patricio) Cooper, no para que la causa quede en nada, como ocurrió probablemente en el pasado con causas que involucraban a políticos, el caso Penta en donde se sacaba un fiscal para que finalmente se busque un pacto de impunidad, no estamos en esa, sino que haya un nuevo fiscal que además tiene experiencia en la investigación del caso Convenios y que pueda tener eficacia penal, pero sin cometer ilegalidades. Entonces, no se trata de decir “esta declaración no sirve de nada”, creo que era una alerta importante que levantó el Frente Amplio, pero que el centro del asunto, en mi opinión, tiene que estar en la persecución penal del delito, que sea eficaz y obviamente dentro de las reglas del juego.
—¿Pero suscribe a la declaración de la directiva del FA? ¿Cree que hubo espionaje con fines políticos?
Yo prefiero… acá el fiscal Cooper es el que tiene que dar cuenta de por qué autorizó y siguió adelante con escuchas ilegales, cuál fue la motivación y también el tema de las filtraciones a los medios de comunicación. Y esto no solo en el caso ProCultura sino en otros casos que él llevó adelante. Algunos analistas decían “el fiscal Cooper mucho fuego artificial, pero poca eficacia”. En el fondo, está mucho tiempo y se le filtra información, se genera un escándalo mediático por cosas sabrosas que hay, pero que no tienen nada que ver con la persecución penal del delito. Entonces, en eso creo que es el fiscal Cooper el que tiene que dar cuenta de aquello y obviamente es un llamado de alerta a Fiscalía, lo hace la propia Corte Suprema y los tribunales le dicen “ojo con su escuchas ilegales”, porque esto se puede prestar para otras cosas, por ejemplo espionaje político o perjudicar a alguien, hacer alguna operación política mediática en contra de alguien de algún sector, pero que no tiene nada que ver con la pega que tiene que hacer Fiscalía, que es perseguir penalmente el delito.
La carrera presidencial: la ventaja de la oposición y el cruce al interior del oficialismo
—Elecciones presidenciales: ¿A qué cree que responde la preferencia por candidatos de derecha?
Por un lado, estas candidaturas puedan estar en la línea de capitalizar, por decirlo así, cierto malestar si es que las encuestas son consistentes. Tenemos un 30% aproximadamente de gente que valora y apoya al gobierno del presidente Boric, pero la diferencia, por la desaprobación también está en torno al 70%. Entonces, claro, estos candidatos explotan la desaprobación, la audiencia que está más bien crítica al gobierno. Por ahí podría haber una explicación.
—¿Podría ocurrir un voto de castigo?
Quiero hacer la distinción entre el voto, que eso se va a ver en las urnas, versus una percepción ciudadana y que puede que estas candidaturas -Matthei, Kast y Kaiser- estén explotando adecuadamente siguiendo esa lógica. Yo lo que digo justamente es eso, que no nos confundamos, que estas son encuestas semanales, son fotografías de estados de ánimo y percepciones de la ciudadanía, pero otra cosa distinta es lo que ocurra en las urnas. Y en eso la política es dinámica, va cambiando y creo yo que la derecha cometería un error si cree que la carrera ya está ganada por parte de ellos, porque esto es muy dinámico (…) además, entre ellos hay problemas de gobernabilidad bien serios, la incapacidad de construir un proyecto común. Una guerra civil entre la derecha muy fuerte, descalificaciones todas las semanas, entonces también uno se pregunta ¿qué es lo que le ofrecen en términos de gobernabilidad y estabilidad al país esas candidaturas que hoy supuestamente están con preferencia ciudadana?
—En el oficialismo también ha habido diferencias. Este cruce entre Jeannette Jara (PC) y Carolina Tohá (PPD) ¿perjudica al sector, a la unidad?
Yo creo que es un llamado de atención a todos los comandos y a todas las candidaturas en esta primaria, cuidar la unidad que no quiere decir no diferenciarse, no decir “mira, yo tengo prioridades que pueden ser distintas al de otro”, por algo es una primaria y competimos (…) creo que es importante que se expresen las diferencias y los énfasis que cada uno pone, pero que ojalá esté centrado en las ideas, en lo programático, en diagnósticos de cuánto logramos avanzar y qué quedó pendiente, qué cosas no se hicieron bien en el gobierno y que hay que reformularlas. Me parece que ese debate es súper legítimo y es rico para el progresismo chileno, para el proceso que estamos llevando, pero siempre cuidando la unidad y el respeto mutuo en términos de que acá hay un pacto y una alianza entre la izquierda y la centroizquierda, que -en mi opinión- hay que seguir proyectando y profundizando (…) es preocupante cuando un comando recluta a alguien como (Óscar) Landerretche, por ejemplo, que tiene todo un pergamino económico, credenciales académicas, experiencia, que puede ser un muy buen aporte, pero es preocupante que él dice “yo estoy acá solo por Tohá y si no gana Tohá yo no garantizo el apoyo del resto”.
Los dimes y diretes entre los comandos y las críticas cruzadas creo que son legítimas dentro de un proceso de primarias donde hay diferenciación, pero creo que hay que cuidar el tono y la unidad, sobre todo porque al día siguiente de la primaria, yo soy un convencido de que tenemos que ponernos todos detrás de quien gane la primaria y, sobre todo, construir un programa común. El que gana no puede tener la soberbia de decir bueno “yo gané, me llevo la pelota para la casa y desprecio al resto”, sino que más bien la pregunta al día siguiente es ¿cómo incluyes a los que perdieron? ¿cómo les das espacio? ¿cómo recoge sus buenas ideas programáticas? y así vas construyendo equipos más amplios, más diversos para la construcción de un programa común.
Caso Convenios: las reflexiones de Latorre por Democracia Viva
—El PPD se vio involucrado con el caso SQM, la Nueva Mayoría con el caso Caval, la UDI con el caso Penta y el FA con buena parte del caso Convenios. Fue un mecanismo para defraudar al Estado. ¿Qué lecciones se sacan?
Varias lecciones. Primero, ningún partido está exento de que alguno de sus militantes entre en dinámicas de corrupción, ningún partido puede decir “yo estoy libre de aquello”. Esa es una primera lección, por más que tú levantes la bandera de la probidad, la transparencia como una de tus prioridades, incluso los mismos involucrados levantaron esa bandera y en eso hay un aprendizaje. Segundo, las decisiones que se toman. El expulsar a los militantes, pero que además el partido se haya involucrado cuando hay militantes en un caso grave (…) el partido dice “¿sabe qué? Yo quiero llegar al fondo y me querello”, y si eso implica que los propios exmilitantes -que fueron parte de este proyecto político- van a tener que enfrentar la justicia y van a tener que rendir cuentas ante la sociedad y someterse a lo que la investigación penal. Bueno, eso es parte de lo que hay que hacer. Es un aprendizaje de alguna manera, son decisiones que se tomaron, que creo que hay que valorar para el futuro porque insisto que uno no está exento como partido, como proyecto político, de estas dinámicas de algunos militantes.
(…) Y lo otro son aprendizajes para el futuro. Me parece que es importante el ir construyendo institucionalidad interna para ojalá prevenir estas cosas a tiempo (…) aumentar los estándares de probidad, transparencia interna, de rendición de cuentas, de canales de información para levantar y atajar estas cosas a tiempo y colaborar para que el sistema político en su conjunto vaya elevando el estándar.
—En diciembre del año pasado dijo que los efectos del caso Democracia Viva estaban superados. ¿Es posible sostener esa afirmación hoy?
Yo me refería en lo personal, que yo había estado muy expuesto al caso y que, en el fondo, mi reflexión es que yo sigo trabajando como parlamentario, estoy en otras agendas y no estoy en función de este caso. Además, ya salí de la presidencia del partido. A eso me refería, a que en lo personal yo ya sentía que era un caso que había que dejar atrás y que además actúe la justicia, porque además el partido ya se había querellado y la justicia está tomando decisiones (…) ahora, como proyecto colectivo, es un tema que está ahí presente, que en el fondo tiene que ver con los aprendizajes y las reflexiones que decía anteriormente de cómo elevamos los estándares de probidad y transparencia al interior del partido y también en el Estado.
—Le quiero preguntar específicamente por la diputada Catalina Pérez. En primera instancia, ud. dijo que la parlamentaria “no tiene por qué hacerse responsable de acciones de otros, por más que sea su círculo cercano”, pero luego endureció el tono, diciendo que “es muy poco probable que no supiera, es su círculo cercano”. Entonces, ¿qué pasó en ese caso? ¿A qué responde el cambio?
Nosotros como directiva al enterarnos, por los propios involucrados, unos días antes de que esto saliera a la luz pública… unos días antes ellos nos piden una reunión y nos cuentan que es probable que en los medios regionales salga y se empiece a cuestionar este convenio. Los propios involucrados e incluso Catalina Pérez decían que acá no había nada irregular, que estaba todo en regla. Ellos reconocían que había un error de descriterio en haber ponderado por las cercanías políticas, el haber avanzado en este convenio, pero que en términos administrativos y legales estaba todo en regla. Además, Catalina Pérez en ese momento era la vicepresidenta de la Cámara de Diputados y era una diputada muy importante del partido, había sido presidenta y yo en lo personal tenía una relación de confianza política con ella y, por tanto, le creía, tendía a creerle su versión inicial de que ella no tenía nada que ver en esto (…) entonces, mi aprendizaje a propósito de la pregunta anterior es que en un primer momento, con los antecedentes iniciales que teníamos, que eran muy pocos y que no teníamos acceso a todo el proceso investigativo, y con los antecedentes que tenemos hoy día, dos años después, obviamente eso cambia (…) unas semanas después, con nuevos antecedentes que fueron surgiendo nos dimos cuenta de que nos habían mentido en la versión inicial y que era muy poco probable que la diputada no tuviera nada que ver o ninguna responsabilidad. Entonces, después de dos años, con todo lo que hemos sabido, con todas las carpetas de investigación, los testimonios que ha recabado Fiscalía, los celulares, las conversaciones, todos los antecedentes, obviamente es distinto hoy día, pero en esa primera etapa, la tendencia inicial fue -en mi caso y es un aprendizaje- tender a creer la versión inicial de los involucrados en términos de que ellos iban a ser capaces de explicar que acá estaba todo en regla, pero no fue así.
—O sea le creyó por confianza política.
Creer en el sentido de que la versión inicial que ellos decían que estaba todo en regla, que no había nada irregular, que no había nada ilegal y que la diputada (Pérez) además decía, y los involucrados decían, que ella no tenía nada que ver en el tema, que es algo que por lo demás su defensa sigue diciendo, pero los tribunales la desaforaron, la formalizaron y ya está con arresto domiciliario (…) pero claro, todos esos antecedentes no los teníamos al inicio. Nos mintieron y nos ocultaron esa información.