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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Una delegación de alto nivel de Estados Unidos llegó a Perú para seleccionar la ubicación del futuro puerto espacial más grande de Sudamérica. Tras inspeccionar la base aérea El Pato en Piura, ahora consideran a las bases de Pedro Ruiz Gallo en Chiclayo y La Joya en Arequipa. El proyecto cuenta con apoyo de la Fuerza Espacial de EE.UU. y se espera genere beneficios económicos y tecnológicos.

Una misión técnica de los EE.UU. recorrió instalaciones estratégicas del país para avanzar en la ubicación del ambicioso proyecto aeroespacial que impulsará el desarrollo tecnológico, económico y militar del Perú. Chiclayo y Arequipa surgen como firmes contendientes para recibir esta infraestructura de alcance global, aunque no se descarta del todo Piura.

Una delegación de alto nivel de los Estados Unidos arribó a suelo peruano hace unas semanas para determinar la ubicación del futuro puerto espacial, que será el más grande de toda Sudamérica. El equipo norteamericano ya inspeccionó en Piura alguna base de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) para ver su viabilidad y, en medio de ese avance, otros dos otros centros militares surgen como candidatos para albergar esta histórica infraestructura.

Según reveló el general FAP (r) César Torres Vega, viceministro de Políticas para la Defensa, el proyecto del puerto espacial ya se encuentra en fase de estudios con apoyo de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos. Las bases aéreas Pedro Ruiz Gallo, en Chiclayo, y La Joya, en Arequipa, son las otras candidatas. La ya conocida es El Pato, en Piura, al norte del territorio peruano. La decisión final aún está en evaluación.

“Vamos muy bien. Ya estamos en los estudios técnicos con el apoyo de los Estados Unidos, para ya definir dónde va a ser (el puerto espacial). Si va a ser Talara (Piura), va a ser Chiclayo o va a ser La joya (Arequipa). Tuvimos hace pocos días una reunión de alto nivel con todos los expertos y andamos muy bien”, detalló Torres Vega al canal online El Montonero.

El viceministro se mostró entusiasmado por el avance concreto que está habiendo respecto a este histórico proyecto, pero precisó que “como todas las cosas, siempre toman su espacio”. “(De la reunión) participó el MEF (Ministerio de Economía y Finanzas), el MTC (Ministerio de Transportes y Comunicaciones), porque este es un proyecto de interés nacional y multisectorial. Claro que lo lidera el sector Defensa, a través de la Fuerza Aérea, pero todos tenemos que estar unidos porque es algo muy positivo para el país, porque va a generar mucha mano de obra, va a contribuir al PBI (Producto Bruto Interno). Entonces no podemos darle la espalda”, señaló.

Pedro Ruiz Gallo y La Joya

La Base Aérea Pedro Ruiz Gallo está ubicada en la ciudad de Chiclayo, en el norte del país. Fue la primera instalación de la FAP fuera de Lima, construida en 1935, y ha albergado diversos eventos de relevancia. En 2024, por ejemplo, fue sede del Festival Aéreo Chiclayo, que contó con la participación de delegaciones aéreas de Perú, Estados Unidos y Colombia.

Además, es el hogar del Escuadrón Los Diablos Rojos, creado en 1985, y lugar de formación del héroe nacional Capitán FAP José Quiñones Gonzales. La base también fue anfitriona de la 25º Reunión de los Comandantes en Jefe del Sistema de Cooperación de las Fuerzas Aéreas Americanas (SICOFAA) en 1986.

Por su parte, la base aérea La Joya se encuentra en la región Arequipa, al sur del país, a 65 kilómetros de la ciudad del mismo nombre. Su territorio se extiende sobre una planicie con altitudes que varían entre los 1169 y 1665 metros sobre el nivel del mar. Esta instalación militar alberga al Grupo Aéreo n.º 4, que opera cazas Mirage 2000 y Su-22, y ha sido escenario de ejercicios internacionales como Resolute Sentinel 2024.

La Joya, además de su función militar, es considerada un punto estratégico para convertirse en un futuro aeropuerto civil-militar, en respuesta a la creciente demanda que experimenta el Aeropuerto Internacional Alfredo Rodríguez Ballón. Una investigación desarrollada en 2021 por FIU Digital Commons destacó que esta base tiene el potencial de impactar positivamente en el desarrollo regional y en la seguridad nacional.

La base también posee elementos históricos y peculiares. El 11 de abril de 1980, se registró un avistamiento de un objeto volador no identificado (OVNI), hecho documentado en fuentes de defensa. Asimismo, parte de sus terrenos ha sido arrendada a una empresa minera, sin que ello interfiera con sus operaciones, de acuerdo con el Ministerio de Defensa. Oficialmente, se le conoce como Base Aérea Coronel FAP Víctor Maldonado Begazo, en honor al piloto fallecido en combate.

Beneficios económicos y tecnológicos

El general Torres Vega también señaló que el proyecto implicará beneficios económicos y tecnológicos. “Queremos generar este puerto espacial, porque va a ser un ecosistema que va a producir cadenas logísticas, cadenas productivas. Eso es lo que tenemos que incentivar como sector Defensa”, explicó durante su entrevista al citado medio.

El interés del gobierno estadounidense responde a razones técnicas y de seguridad. Según agregó Torres Vega, “el puerto espacial exige cosas al ser un ecosistema satelital impresionante. Están ahí los GPS y todos los sensores satélites. Entonces es un ecosistema donde me voy a integrar. Yo tengo que tener cuidado. Por eso, el interés también de los Estados Unidos de apoyar para que esta cosa no afecte la seguridad hemisférica”.

La ciudad de Talara, en la región Piura, fue considerada inicialmente como la ubicación más idónea, debido a su proximidad con la línea ecuatorial, que facilita los lanzamientos espaciales. Sin embargo, el general Carlos Chávez Cateriano, comandante general de la Fuerza Aérea del Perú, reveló en una entrevista para el canal especializado Defensa.pe que el crecimiento urbano ha limitado las capacidades de la Base Aérea El Pato, que se encuentra actualmente rodeada por edificaciones.

“Se está evaluando como alternativa a la ciudad de Chiclayo, pero Talara no ha sido descartada. Una alternativa adicional serían terrenos del Estado, tierra adentro, no muy lejanos a las ciudades de Talara o Chiclayo”, precisó el alto oficial.

El viceministro de Políticas para la Defensa también destacó el enfoque colaborativo del proyecto. “A mí me gusta mucho el concepto que utilizan los españoles en este campo, que es el IDI: Investigación, Desarrollo e Innovación. Y esto involucra actores principales en el sector Defensa como generadores de requerimientos de necesidades, las academias investigando, el Estado promoviendo y la industria haciendo de que eso sea realidad. ¿Lo podemos hacer? Claro que sí”, enfatizó.

Asimismo, Torres Vega reafirmó que este tipo de desarrollos tecnológicos no buscan convertir a las Fuerzas Armadas en entes comerciales, sino articular esfuerzos con el sector privado y académico. “No es negocio, no es lo medular de las Fuerzas Armadas hacer industrias comerciales. No, no, al contrario”, afirmó.

Hasta el momento, no existe una decisión final sobre la sede del futuro puerto espacial en Perú, que le permitirá al país tener estrecha colaboración con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (más conocida como NASA, por sus siglas en inglés). No obstante, el consenso entre autoridades militares y civiles parece inclinarse hacia una solución multisectorial, donde se conjugue el potencial geográfico, la infraestructura militar existente y el respaldo internacional.

El interés del gobierno estadounidense, canalizado a través de inspecciones técnicas y reuniones bilaterales, refuerza la expectativa de que Perú podría convertirse en un nodo estratégico dentro del ecosistema espacial global, por encima de sus vecinos países de la región.