VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El presidente de Armenia, Vahagn Khachaturyan, destaca las oportunidades de colaboración con Chile durante una entrevista en Ereván. Recuerda su interés en las reformas económicas chilenas y espera fortalecer los lazos, especialmente en sectores como la minería. Khachaturyan también aborda el acuerdo de paz en Nagorno Karabaj.

El presidente de Armenia, Vahagn Khachaturyan, aseveró que hay “oportunidades enormes” para su país y Chile, agregando que espera reafirmar los vínculos entre ambas naciones.

En un encuentro con medios sudamericanos llevado a cabo en Ereván, capital de Armenia, el mandatario de 66 años recordó incluso una visita a Santiago que hizo hace 28 años, la que abordó desde su faceta como economista.

Antes de comenzar la entrevista, en donde participó BioBioChile y que tuvo lugar en paralelo a la cumbre internacional “Diálogo de Ereván 2025”, Khachaturyan ofrece café y té a los presentes. Sin embargo, para él pide una Coca Cola. “Me gusta”, reconoce -con una sonrisa cómplice- en armenio y en compañía de un asesor y una traductora.

Con la confianza propia de un diálogo que se extiende más de lo presupuestado, el presidente armenio desmenuzó los vínculos de su país con este lado del mundo. De hecho, aseguró estar interesado en potenciar los lazos con los países latinoamericanos, incluyendo Chile, destacando las oportunidades de colaboración con nuestro país.

“Estuve en Chile en el año 1997”, cuenta el gobernante, quien se graduó del Instituto de Economía Nacional de Ereván en 1980. “Era Consejero del presidente en aquel entonces y tuvimos reuniones con el aparato del presidente de Chile”, agrega, en referencia a Eduardo Frei.

“Estuve presente durante la huelga de los conductores del autobús, fue un fenómeno muy interesante en Santiago. Luego me explicaron que a los conductores de autobús no había que tocarlos porque el sindicato era muy potente y fuerte”, recuerda, revelando nuevamente una sutil sonrisa.

“Como economista yo estaba interesado en las reformas que tuvieron lugar en Chile. En aquel entonces nosotros también estábamos haciendo reformas económicas y estábamos interesados en los éxitos que había logrado Chile, había muchas cosas para aprender”, dice.

Sin embargo, un año después dejó su cargo. “Desconozco hasta qué punto el gobierno armenio pudo usar la experiencia en Chile. Fue una experiencia muy impresionante para mí”, asegura.

Pero volviendo al presente, y mirando hacia el futuro, Khachaturyan señala que hay “oportunidades enormes” de colaboración entre Armenia y Chile, destacando -por ejemplo- el caso de la minería.

“Chile tiene los recursos más grandes de cobre del mundo (…) La experiencia chilena es muy importante. Lo gestionan de una manera muy interesante ya que si Chile quiere, puede hacer que el precio en el mundo suba o baje. Nosotros somos un país que estamos bajo la influencia de este precio”, expresa.

comillas
Si vamos a tocar el tema de América Latina, uno de los aspectos más importantes es la liberación de visados”
- Vahagn Khachaturyan, presidente de Armenia

En ese sentido, el presidente armenio dice que para su país sería “muy importante si tenemos la oportunidad de conversar con nuestros colegas en Chile sobre este ámbito. Es muy importante la intensidad con que podríamos tener esos contactos. Si vamos a tener oportunidades de colaboración en los ámbitos de salud, tecnología, educación o ciencia, dependerá de eso”.

“Ahora estamos muy interesados en la liberación de visados con muchos países, la verdad es que no sé por qué no existe esto con Chile, voy a interiorizarme en el tema. Si vamos a tocar el tema de América Latina, uno de los aspectos más importantes es la liberación de visados”, añade.

Otro de los aspectos que llamó la atención del presidente armenio en su visita a Chile fue el de la industria vitivinícola. “En el mercado de Estados Unidos había un déficit de uva después de las fiestas de enero hasta fines de ese mes”, recuerda.

“En Chile llegaron a la conclusión de que debían cambiar el proceso de madurez de uvas para coincidir con el déficit del mercado estadounidense. En aquel entonces todos sabían que, especialmente en la temporada de inicios y fines de enero, se vendían las uvas de Chile”, menciona.

Tras cartón, cuenta que en Armenia se cambió la tecnología de producción de vino, logrando que hoy en día el vino armenio se haya vuelto más competitivo. “Lastimosamente yo no bebo vino, sólo Coca Cola”, admite.

Afinando detalles para un acuerdo con Azerbaiyán

Khachaturyan se dio tiempo además para conversar sobre el devenir geopolítico de su nación, a propósito del acuerdo de paz anunciado en marzo pasado con Azerbaiyán tras casi 40 años de conflicto por la disputa sobre el territorio de Nagorno Karabaj.

“Ahora estamos concentrados en los trabajos sobre la firma del acuerdo de paz”, indica. El mandatario, quien sirvió en el Ejército Soviético de 1980 a 1982, sabe cómo concentrar la atención de quienes lo oyen. Su experiencia tanto en la academia así como en diferentes estamentos de la política se notan.

El asunto de Nagorno Karajab se está resolviendo “de forma interna”, dice. En el país de Europa Oriental y Asia Occidental hay voces críticas, eso sí, que apuntan a que el gobierno armenio estaría entregando soberanía con el acuerdo. Khachaturyan no elude el punto.

“Hemos tomado todas las vías legales determinadas por la legislación de nuestro país. En agosto el Tribunal Constitucional dictó una resolución indicando que el proceso de demarcación no contradice a nuestra Constitución. Y según nuestra Constitución no hay ninguna pretensión en cuanto a los territorios de algún país vecino”, expresa.

“Durante la demarcación de las fronteras se crearon algunos problemas, especialmente en los mapas con los cuales tenemos que guiarnos. Pues hemos llegado al acuerdo sobre con qué mapa basarnos. Fue aceptado por ambas partes”, cuenta.

“Por el momento tenemos en Armenia 110 mil habitantes de Nagorno Karajab que fueron expulsados de sus propias casas (…) Hay cosas que por ahora no se pueden resolver, como los poblados que han dejado, pero los problemas de la vida cotidiana están en la agenda del Gobierno, principalmente el tema de las casas y respecto a dónde van a vivir”, sostiene.

“En cuanto a lo que harán en el futuro nuestros compatriotas, eso se verá posiblemente luego de la firma del acuerdo de paz. De hecho existe una desconfianza entre algunos pueblos y creo que con el tiempo eso se solucionará”, menciona.

“Eso tendrá lugar solo cuando abramos las fronteras y tengamos contacto. No podemos predecir cuánto tardaremos en conseguir esto. Es justo por eso que ahora nos estamos enfocando en el fortalecimiento de la paz entre los dos países”, puntualiza.