El régimen de Corea del Norte, liderado por Kim Jong-un, anunció este viernes que ha renovado su cúpula militar, entre ellos el director de la oficina de artillería y el de seguridad de las fuerzas armadas, tras el accidente del nuevo destructor norcoreano y en pleno recrudecimiento de la retórica belicista contra Estados Unidos (EEUU).
La reforma militar se llevó a cabo durante una Comisión del Partido de los Trabajadores celebrada el miércoles, de acuerdo a la información facilitada por la agencia estatal de noticias KCNA.
El encuentro estuvo presidido por el gobernante Kim Jong-un, y durante el mismo se nombraron a seis nuevos comandantes de unidad de cuerpo, al director de la Oficina de Artillería y al director de la Oficina de Seguridad, además de designarse el envío de varios comisarios políticos.
Esta renovación de la cúpula militar de Pyongyang se produce poco después del accidente durante la botadura de un nuevo destructor del régimen, que zozobró parcialmente el pasado 21 de mayo durante dicha ceremonia en presencia de Kim, que calificó lo sucedido como “un acto criminal intolerable”.
Régimen de Kim Jong-un no perdonará a responsables del accidente de buque de guerra norcoreano
Varios altos funcionarios han sido detenidos en el marco de la investigación abierta sobre el incidente, entre ellos el subdirector del Departamento de la industria de municiones del partido.
Recordemos que a pesar de que el régimen de Kim Jong-un minimizó los daños, aseveró que “el accidente constituye un acto criminal imperdonable y los responsables nunca podrán eludir su responsabilidad“.
“Un análisis subacuático e interno detallado del buque confirmó que, a diferencia del anuncio inicial, no se observaron agujeros en la parte inferior, el casco a estribor sufrió arañazos y cierta cantidad de agua de mar se filtró a la popa a través del canal de rescate”, informó el régimen de Kim Jon-un el pasado 23 de mayo, según detalles de la KCNA.
Este tipo de reconocimiento público de fallos técnicos o administrativos por parte de Corea del Norte es inusual. Esto, ya que el régimen suele ocultar incidentes que puedan interpretarse como señales de debilidad o incompetencia, especialmente en sectores estratégicos como el militar.
Los cambios militares llegan también pocos días después de que Corea del Norte enviara su mensaje más beligerante hasta el momento hacia la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump. Esto, ya que acusó a la Casa Blanca de querer impulsar un potencial escenario de guerra nuclear en el espacio con su plan de la “Cúpula Dorada”.
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