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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La tenista canadiense Carson Branstine impactó en Wimbledon, siendo una de las debutantes más populares. Su belleza atrajo tanto a seguidores como a rivales, como Aryna Sabalenka. Aunque perdió contra Sabalenka en la primera ronda, el partido se disputó en la cancha central debido a su apariencia. Branstine financia su carrera combinando el tenis con trabajos de modelo y entregas para Uber Eats.

Revolucionó Wimbledon en su primera gran participación. Carson Branstine, tenista canadiense y actual 194° del ranking WTA, se transformó en una de las debutantes con mayor arrastre en la historia del torneo.

Y es que la deportista, que también trabaja como modelo, cautivó a seguidores y rivales con su belleza. De hecho, la propia Aryna Sabalenka, N°1 del listado planetario, admitió que “el otro día abrí las redes sociales y ella estaba dando una entrevista. Creo que había clasificado al cuadro principal. La vi y pensé: ‘¡Dios mío, qué guapa es esta chica!’“.

Por cosas del destino, la suerte determinó que precisamente Sabalenka fuera la rival de Branstine en la primera ronda del ‘Main Draw’. La favorita, como era predecible, se impuso sin mayores problemas: 6-1 y 7-5.

Sin embargo, fue llamativo las altas expectativas que había generado Branstine en la previa. A tal punto, que la organización decidió que el enfrentamiento se disputara en el court central. Según Daily Mail, todo se debió “a su buena apariencia”.

Modelo-tenista y repartidora de Uber Eats

El medio antes citado detalla que “Branstine ha financiado parcialmente su carrera en la WTA con trabajos como modelo para marcas como Zara y Lululemon”.

“También realizó entregas para Uber Eats a principios de este año en Los Ángeles para cubrir sus gastos. Su última entrega tuvo lugar el día antes de su vuelo a Cancún, donde alcanzó su primera final de 125 km de la WTA”, agregó el portal.

La semana pasada, Branstine fue consultada por sus carreras paralelas: “El modelaje y el tenis son extrañamente similares: eres en gran medida un objeto y a veces la gente olvida que también eres una persona”, dijo la deportista a la revista Clay.

“Pero me encanta estar frente a la cámara durante una sesión. Es divertido, me encanta la moda. Ha sido una de las razones por las que he podido pagar algunos de mis viajes. No quería pedirles nada a mis padres. Quería que todo viniera de mí y de mi tenis”, acotó.

Pero Carson Branstine tiene más: obtuvo una licenciatura en Sociedad, Ética y Derecho con una especialización en Filosofía y Gestión Deportiva. Todo antes de inclinarse por el tenis a tiempo completo este 2025.