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Un día como hoy, pero hace 307 años nace la matemática italiana María Gaetana Agnesi.
fue parte de una familia numerosa, fue la mayor de 21 hermanos
En Italia, al contrario que en otros países europeos de la época, sí se aceptaba que las mujeres recibieran educación, y entonces tuvo una esmerada formación. Su papá, Pietro Agnesi Mariani, era catedrático de la universidad y una persona con enormes inquietudes científicas.
Se sabe que organizaba reuniones intelectuales en el salón de su casa. María Gaetana fue una niña precoz y dotada, que con 5 años hablaba francés y con 9 conocía 7 lenguas, italiano, latín, francés, griego, hebreo, alemán y español. A los 10 años conocía las obras de los científicos más importantes del momento, Descartes y Newton, entre otros.
Se cuenta que cuando tenía apenas 9 años, María estuvo durante una hora ante una asamblea culta, hablando en latín sobre el derecho de la mujer a estudiar ciencias, y sobre cómo las artes liberales no eran contrarias al sexo femenino. El padre de María Gaetana se propuso dar a sus hijos la mejor educación, incluyendo la formación científica, y pudo proporcionarles tutores de la más alta cualificación. María fue afortunada, pues dirigieron sus estudios Carlo Belloni, Francesco Manara, Michele Casati y el padre benedictino Ramiro Rampinelli, profesor de la universidad, que cuando llegó a Milán frecuentó la casa de los Agnesi.
María Gaetana Agnesi nunca se casó. En 1739, a la edad de 21 años, quiso entrar en un convento. Ante la oposición de su padre, no lo hizo, pero rechazó toda vida pública, llevando una existencia retirada y piadosa.
Decidió quedarse en casa y consagrar sus esfuerzos a estudiar libros religiosos y también matemáticas. Poco después empezó a escribir su libro más famoso sobre cálculo diferencial, que fue publicado en el año 1748. Su título era Instituciones analíticas para el uso de la juventud italiana, aunque fue conocido simplemente como Instituciones.
Su temática se centraba en el cálculo diferencial e integral, siendo uno de los primeros y más completos trabajos sobre el análisis finito e infinitesimal. Se cuenta que lo escribió inicialmente para sus hermanos. Ese libro se convirtió en modelo de claridad y fue traducido al francés y al inglés, recibiendo el reconocimiento de la Academia de Ciencias Francesas, de la Emperatriz María Teresa de Austria, a quien estaba dedicado el libro, y del Papa Benedicto XV.
Su tratado se convirtió durante mucho tiempo en lectura obligada en numerosas universidades europeas. Se considera también a María Gaetana la primera profesora universitaria, ya que en el año 1748 se encargó de los cursos de su padre en la universidad y dos años más tarde, en el otoño de 1750, el Papa le dio el nombramiento para ocupar la Cátedra de Matemáticas Superiores y Filosofía Natural de la Universidad de Bolonia, cuando Bolonia pertenecía en esa época a los Estados Pontificios. Entre 1750 y 1752, consta que fue efectivamente catedrática de matemáticas en la Universidad de Bolonia, seguramente incluso en forma honorífica.
Durante los 47 años siguientes dedicó su vida y hacienda a la caridad y al cuidado de los pobres, ya fuera como residente, como monja de congregación, o más probablemente como ambas cosas. No está muy claro. El año 1752 murió el padre de María y ella, que por entonces tenía 34 años, renunció a las matemáticas y, como decíamos, consagró sus esfuerzos a la teología, a socorrer a pobres e indigentes.
Desde el año 1771 ejerció, por designación del arzobispo Totzo Bonelli, como directora del hospicio Tribulcio de Milán, donde se concentró en el cuidado de los menesterosos y enfermos, sobre todo mujeres mayores. No está claro si tomó o no los hábitos. Fue en ese hospicio, el hospicio que dirigía, que el 9 de enero de 1799, María Gaetana Agnesi, esta matemática famosa, falleció.
Había nacido en Milán el 16 de mayo de 1718.